El complejo equilibrio del liderazgo ético en los personajes de Los pilares de la tierra. 

Los pilares de la tierra es la obra maestra de Ken Follett y también es un excepcional retrato de una época de pasiones violentas. Como gran maestro de la narrativa, Follett nos transporta a la Edad Media en un mundo de reyes, caballeros, luchas feudales, priores, maestros constructores…

Pero en medio de esta maraña de personajes y luchas de poder algunos de ellos son un ejemplo del liderazgo con ética. Veamos tres de ellos: 

Tom Builder

Es un constructor que cae en la pobreza al perder su trabajo en la casa del hijo de un noble. Después de pérdidas muy dolorosas para él y pasar muchas necesidades lucha por conseguir su sueño y abrirse camino en un mundo hostil. Su tesón y su esfuerzo lograrán convencer a los poderosos para poner en su mano la realización de su tan ansiada catedral. Hombre honesto y trabajador, lidera su familia con un equilibrio muy complejo de conseguir entre la firmeza y la ternura, en sus acciones vemos todo un ejemplo de cómo conseguir los deseos sin hacer daño a nadie. 

Prior Philip

Castigado por la vida desde pequeño se brinda por completo a quienes le ofrecieron la oportunidad de una nueva vida. Se hace valer y hace que todos los que no cumplen en su entorno se conviertan en hombres de bien y construyan un priorato mucho más rico y digno. Lucha sin descanso hasta conseguir que Kingsbridge sea una ciudad próspera y respetable. Partiendo de la nada logra convertirse en Prior y cuando pareciera que lo tiene todo perdido logra retomar su camino consiguiendo un liderazgo respetado por todos. 

Jack Jackson

Pese a ser huérfano y criado en la indigencia aprovecha su relación con Tom para aprender todo lo posible como maestro constructor. Lucha contra quienes le ignoran y apartan. Logra respetar el desamor forzado de Aliena y como un claro ejemplo de resiliencia se aparta de todo para convertirse en uno de los mejores constructores de su época. Un camino de lucha y aprendizaje, de renuncia y de hacerse valer sin rencor. 

El Conde Bartholomew de Shiring o la mismísima Ellen son también un claro ejemplo de honor y del cumplimiento de la palabra dada. La historia de Ken Follet está plagada de personajes dignos de estudio y este es quizás uno de los motivos de su gran éxito: el valor moral de sus personajes, que nos inspira a ser mejores personas.

Todos estos valores se verán representados en el musical Los pilares de la tierra, cuyo estreno mundial de la mano de beon. Entertainment será en noviembre, en el Teatro EDP de Gran Vía. Hazte ya con tus entradas.