El retrato psicológico se puede analizar desde el color, la forma y o el contraste de una obra.

La obra de un artista dice mucho sobre su personalidad. Pero si esta es tan compleja como la del genio Vincent van Gogh, su análisis psicológico merece todo un estudio. ¿Listo para descubrir claves psicológicas en los retratos de Van Gogh?

En la obra de Van Gogh se pueden distinguir tres claves psicológicas importantes: la simpleza en muchas de sus figuras, lo llamativo de su trazo y las formas de realizarlo nos ayudan a descubrir y entender la compleja personalidad del genio:

Los colores

Los colores impactantes e intensos, así como el énfasis de sus pinceladas creando unas formas altamente expresivas son un signo inconfundible del mundo interior excesivamente emocional del pintor. Van Gogh utilizaba colores vibrantes para plasmar sus sentimientos en el lienzo. La forma de jugar con lo abstracto de los colores fue como demostrar al mundo las ansias de innovar que tenía su persona, consiguiendo efectos que nunca se habían conseguido antes. A veces los colores que emplea tienen poco que ver con la realidad porque el autor se inspira en sus recuerdos para realizarlas.

Sus primeros dibujos y retratos fueron en tonos sepia añadiéndole tintas y carbones. Después se aventuró con el sistema de grisalla que fue lo que le permitió los colores brillantes. Colores que fueron transformándose a la par que él mismo. La incuestionable predilección del pintor por el color amarillo ha sido relacionada con una intoxicación por digital (Digitalis purpurea), que era utilizada en medicina para tratar diversas patologías. El exceso de medicación también probablemente le hicieron confundir los azules y los verdes, los amarillos y el blanco.

El contraste

El deseo de gustar está latente en toda su apasionante obra, y en sus retratos también. A través del contraste de sus colores y rasgos, reflejó perfectamente su mundo interior y no solo en sus puntos bajos, sino también en los más altos y luminosos. A través de ellos podemos darnos cuenta de las maravillas de su realidad. Muy por encima del ser totalmente desamparado que se sentía lleno de amarguras, renuncias y tragedia.

A pesar de su debilidad mental y física, a pesar del dolor, la agonía y la melancolía, busca constantemente la belleza e incluso se consuela contemplando su propia obra y su propio rostro.

La forma

Los rasgos de Van Gogh parecen ser fruto de un difícil manejo incluso errático, nos hacen intuir los colapsos y las depresiones con las que convivió, pero nos confirman que el artista estaba muy lejos del mito que se armó en torno a su figura como si se tratase de una personalidad lunática prototípica. Sus pinceladas enérgicas teñían el lienzo con sus pensamientos.

Con ellos demuestra un estado intermedio entre la realidad y la imaginación, entre lo concreto y lo abstracto.

Sin duda la obra de Van Gogh en general es un espejo que presenta varios de sus problemas psiquiátricos. Trastornos de la personalidad, trastorno bipolar con episodios de depresión, epilepsia y también esquizofrenia paranoica. Una obra que sigue guardando enigmas sin resolver y ostentando una belleza extraordinaria.

En la obra teatral de Forever Van Gogh podrás sumergirte en la locura de un genio y profundizar en su obra.
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