Cada 27 de marzo celebramos el día del Teatro, nosotros lo celebramos con algunas curiosidades teatrales alrededor del subgénero de la fantasía y cómo hacerlo realidad sobre un escenario como en La historia interminable, el musical.
Mucho antes de que el cine revolucionara la forma en que contamos historias, el teatro ya transportaba al público a mundos de ensueño. En la Inglaterra isabelina, Shakespeare deslumbraba con El sueño de una noche de verano, donde hadas y seres mágicos cobraban vida gracias a ingeniosas puestas en escena y juegos de luces con velas y espejos. En el siglo XVII, en la ópera barroca y el teatro francés de Molière, se utilizaban trampillas, mecanismos ocultos y efectos de humo para crear la ilusión de lo sobrenatural.
A finales del siglo XIX, cuando el teatro ya había perfeccionado sus trucos visuales, el cine emergió como una nueva forma de arte, y con él, la figura de Georges Méliès. Considerado el padre de los efectos especiales, Méliès llevó al cine la magia que antes solo se veía en los escenarios teatrales. Con películas como Viaje a la Luna (1902), utilizó maquetas, sobreimpresiones y cortes de cámara para crear ilusiones visuales que fascinaban al público, demostrando que la fantasía podía cobrar vida de formas nunca antes vistas. Su legado inspiró no solo al cine moderno, sino también a nuevas maneras de hacer teatro, combinando tecnología y arte escénico.
Hoy, La historia interminable, el musical retoma esa tradición y la eleva con tecnología moderna, fusionando la magia del teatro clásico con innovadores efectos escénicos como la animatrónica. Criaturas como Fújur, el dragón de la suerte, el comerrocas, Artax o Vetusta Morla son algunos de los personajes del reino de Fantasia que cobran vida ante los ojos del público, demostrando que el teatro sigue siendo un portal hacia lo imposible. Porque, al final, la fantasía no necesita pantallas para emocionarnos, solo la imaginación y la magia sobre el escenario.
Al igual que en los antiguos escenarios de Shakespeare o en las ilusiones de Méliès, La historia interminable, el musical nos demuestra que la fantasía sigue viva en el teatro. La emoción de ver a Atreyu enfrentarse a la Nada o a Fújur surcar el cielo en pleno escenario nos recuerda que el teatro sigue siendo un arte capaz de hacer realidad lo imposible. No te pierdas la oportunidad de vivir esta aventura en directo y dejarte llevar por la magia del teatro.
La historia interminable, el musical, súper producción de beon. Entertainment que fue un éxito de taquilla en el Teatro Calderón de Madrid, va a volver pronto a los escenarios. ¡Estad atentos!