El artista como visionario: ¿predijo su obra el arte moderno del siglo XX?
Ser un genio implica tener una capacidad mental extraordinaria para crear o inventar cosas nuevas y admirables, y también un derroche de talento, inspiración, ingenio, sabiduría e inteligencia. Y, además, hay otro aspecto común entre los genios: tener algo de visionarios, es decir, adelantarse a su tiempo, tener una visión de futuro, ya sea intelectualmente como con su arte o sus acciones.
Y si hablamos de visionarios en el arte de la pintura, el mejor ejemplo es Vincent van Gogh.
Hasta entonces muchos pintores habían sentido pasión por la naturaleza; sin embargo, lo que Van Gogh plasmó cuando quiso dibujarla fue la atmósfera. Iba más allá de lo que el ojo común veía, nos contaba la transparencia del aire, las partículas de luz y los colores eran pura narración de lo que las cosas le despertaban, no de cómo las cosas eran. Los girasoles son el ejemplo más claro, aunque El olivar y El campo de trigo amarillo son también una maravilla avanzada a su tiempo.
Si el objeto de su obra eran los paisajes, los emborrachaba de vivos colores donde el dorado del sol, el intenso azul del cielo y el brillo de las estrellas eran de un rasgo y una ejecución que hoy definiríamos como psicodélicas. La noche estrellada es prácticamente la visión psicodélica de una noche despejada. Sus vigorosas pinceladas convertían sus cuadros casi en dibujos animados, llenos de movimiento y de colores vivos. Un concepto que tardó décadas en aparecer.
Fue el primero en utilizar colores que nadie antes utilizó, ya que los mezcló con una osadía inimaginable en la época. Mezcló el verde con el rojo, el azul con el naranja, el violeta con el amarillo, consiguiendo tonos únicos y modernísimos. Su colorido tenía poca o ninguna relación con la realidad, pero lo que importaba era su creación, anticipándose a los que vinieron después. No dejen de ver sus cuadros La silla o su Autorretrato con sombrero de paja para entender la dimensión del poder de sus colores.
La vida es una paradoja y la vida de un genio, a veces, es la paradoja en sí. Vincent van Gogh vendió un solo cuadro en vida y vivió gracias a la ayuda de su hermano Theo durante toda su prolífica y ruinosa carrera. Su fama le llegó, después de muerto, tras la exposición retrospectiva en el Salón de los Artistas Independientes de 1891 y actualmente es uno de los pintores más cotizados de la historia.
A todo esto y mucho más nos acercamos en el fascinante espectáculo Forever van Gogh, que llevamos a cabo desde beon. Entertainment, donde exploramos la figura de Vincent van Gogh hasta los cimientos del genio.
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